martes, 29 de diciembre de 2009

Una condesa y su arroz apastelado

Este año ya nos dice adios, y el balance que hacemos tiende a prometernos a nosotros mismos aquellas cositas que se nos quedaron por hacer o por decir... Los años en general suman a la vida un cumulo de encuentros y despedidas, y son mas las bienvenidas que los adioses las que nos llenan de felicidad infinita. Uno de esos encuentros que celebro siempre que ocurre es con Graciela de Porto una de las mejores sazones que he probado en mi vida entera, una cocinera privilegiada a quien alguien con muy buen tino decidió nombrarla Condesa de Cartagena, y el titulo muy bien le va, ya que posee un donaire solo digno de un imaginario monárquico Caribe al que accederian realmente muy pocos, entre tantos encuentros Grace me ha deleitado siempre con alguna de sus maravillas culinarias, parte rescate de nuestra ancestralidad gastronómica y parte de sus recorridos por el mundo que la han llevado desde Monaco hasta El Cairo, semejante influencias y el impresionante gusto que tiene solo pueden dar platillos que me han inspirado notoriamente, y que han marcado también mi búsqueda personal. La única condesa que tiene la ciudad de Cartagena de Indias me enseño la sin igual receta del arroz apastelado con cerdo y mollejas, una delicia tipo risotto pero con todo el encanto del trópico colombiano, solo les cuento que para hacerlo posible además de los ingredientes obvios, es indispensable el aji dulce costeño, la pimienta de olor y el repollo.
A mamaciela por nuestros bienaventurados y gastronómicos encuentros, toda mi admiracion y mi cariño, un feliz año para la condesa y para todos ustedes.

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